El Fresno .

Fraximus angustifolia: El fresno en un árbol de Júpiter que simboliza la obediencia. Este árbol, de gran resistencia y fuertes raíces, fue venerado desde antiguo en todas las culturas paganas.

Los griegos contaban que el centauro Quirón regalaba ramas de fresno a los recién casados y que la entrada de la casa de Ulises en Itaca era de madera de fresno. La ninfa-fresno Melíada era la madre de Foroneo, el inventor del comercio. Se dice que el fresno y sus ninfas, las melíadas “cortejan al relámpago”, (la primera fuente de fuego para los hombres primitivos). Quizá por eso es el árbol más utilizado como profiláctico contra el rayo y toda clase de hechizos de brujas: de madera de fresno ha de ser la estaca que, clavada en su cadáver, paraliza a los vampiros.

En la mitología escandinava el árbol del mundo, Yggdrasill, es un fresno, en el centro del universo, cuya cobija y cuyas raíces conectan entre sí los nueve mundos existentes en la cosmología nórdica. Bajo sus ramas se reunía todo el panteón nórdico.

En la Irlanda antigua, los druidas de los ejércitos enemigos encendían fogatas de fresno y pronunciaban sobre ellas conjuros invocando a sus ninfas para que intervinieran en la lucha

La tradición le atribuye el poder de alejar a las serpientes y se dice que éstas jamás descansan bajo la sombra de un fresno.

A su madera se le atribuye relación con la adivinación, de modo que la vara del hechicero utilizada para descubrir tesoros y metales, era de fresno silvestre.

Llevar semillas de fresno en una bolsita de color morado, protege de los peligros del fuego, del rayo y de las brujerías.

La escoba de las brujas se hacía de palo de fresno, ramas de abedul y atadura de sauce, y debido a que, si se separa a la bruja de su escoba, pierde sus poderes y se ahoga en agua corriente, de ahí proviene la superstición de que un pedacito de madera de fresno es un talismán contra el peligro de morir ahogado.

A los caballos embrujados sólo se les puede dominar con una vara de fresno.