El Narciso

Narcissus: Símbolo del egoísmo y la vanidad. Pertenece a Venus, pero los griegos lo tenían consagrado a las furias y a Plutón.

La mitología griega relaciona su nacimiento con Narciso, un joven de extraordinaria belleza que, al verse reflejado en la superficie de un río, quedó enamorado de su propia imagen, murió ahogado tras lanzarse a las aguas y fue transformado en la flor que lleva su nombre.

Las personas que por estrés no pueden conciliar el sueño, si dejan unas flores en su habitación duermen perfectamente y gozan de sueños pacíficos y regeneradores.

Su loción endurece los senos, Elimina el cansancio anímico y estimula las emociones.

Sus flores, en un talismán amoroso, atraen el cariño y la atención de las jovencitas.

Se utilizan tanto las flores como su bulbo para realizar sortilegios de amor, especialmente para los hombres. También se dice que el bulbo del Narciso es afrodisíaco, seguramente porque su forma recuerda la de los genitales masculinos.

Un trocito de raíz de narciso colgado al cuello nos asegura buenas amistades.